Cinco parroquias de la diócesis de Almería celebran la festividad de San Isidro

El Ejido, Huércal-Overa, Níjar, el término de Regiones Devastadas de la capital y Alcaudique (Berja) celebran este fin de semana la festividad de san Isidro Labrador. En el caso del barrio virgitano, del jueves al sábado oficia un Triduo en honor del santo, a las 21:00h, como preámbulo a la misa mayor que se celebrará el domingo, a las 12:30h, y la procesión con la venerada imagen a las 20:00h.

En Almería ciudad, la Eucaristía será a las 20:00h en la parroquia de San Isidro y, a continuación, la procesión con el patrono de los agricultores. En el caso de El Ejido, la población del poniente almeriense festeja de manera más sonora a su patrón el último fin de semana de junio, reservando este domingo a una celebración de la misa, a las 21:00h, y la posterior cena organizada por la Hermandad de san Isidro, a la que acuden autoridades civiles y eclesiásticas. Finalmente, Huércal-Overa conmemora a este patrono del viernes al domingo, concluyendo el último día con una Eucaristía, a las 20:00h, y una procesión con la imagen sagrada por las calles del barrio que atiende al nombre del santo.

San Isidro es por excelencia el patrón de los campesinos. Sobre la figura del santo se han vestido muchas narraciones populares. La más conocida de ellas es la que nos presenta a un hombre muy piadoso que muy a menudo tenía que soportar las burlas de sus vecinos porque cada día iba a la iglesia antes de salir a labrar el campo. A veces, Isidro llegaba algunos minutos tarde al trabajo y sus compañeros lo denunciaron al patrón por holgazán. Juan de Vargas, que así se llamaba el propietario de la finca, lo quiso comprobar por si mismo, y un buen día se escondió tras unos matorrales situados a medio camino entre la iglesia y el campo. Al salir del templo le recriminó su actitud. Cuando llegaron al campo, su patrón vio por sorpresa que los bueyes estaban arando ellos solos la parte que le correspondía al buen Isidro. El patrón entendió aquél hecho como un prodigio del cielo.

También es conocida «la olla de San Isidro». Se cuenta que cada año nuestro amigo organizaba una gran comida popular donde eran invitados los más pobres y marginados de Madrid. Sin embargo, en una ocasión el número de de presentes superó lo previsto y la comida que habían preparado no llegaba ni a la mitad de los convocados. Isidro metió el puchero en la olla y la comida se multiplicó «milagrosamente», hubo para todos y más.

Murió el 30 de noviembre de 1172, con 90 años, y es sepultado en el cementerio de San Andrés. Cuarenta años después, en 1212 fue descubierto, por revelación divina, su cuerpo incorrupto. Fue beatificado por Paulo V el 14 de junio de 1619 y canonizado el 12 de marzo de 1622 por Gregorio XV, junto a San Felipe Neri, Santa Teresa de Jesús, San Ignacio de Loyola y San Francisco Javier, aunque la bula de canonización no fue publicada hasta 1724 por Benedicto XIII. Fue declarado patrono de los agricultores españoles por Juan XXIII en bula del año 1960.

Fuente: revistaecclesia.com

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