Coronación Pontificia de la Virgen de Linares

La ceremonia de coronación fue el acto central de un amplio programa que comenzó el pasado 1 de mayo, primer día del triduo en honor a la Virgen. Posteriormente, el día 8 tuvo lugar la ofrenda floral en la parroquia de San Antonio de Padua, presidida por el Obispo de Bilbao, Mons. Mario Iceta quien destacó el trabajo realizado por la Hermandad de la Virgen de Linares y el amor del pueblo cristiano hacia María.

Con la llegada de la Virgen desde la parroquia de San Lorenzo hasta la Catedral, se procedió al tercer día del triduo. De este modo, una vez en el templo mayor de la diócesis Mons. Juan José Asenjo, Arzobispo de Sevilla, presidió la celebración y alabó este signo con el que los hombres coronan en la tierra a la que ya con su asunción al cielo fue “coronada por la Santísima Trinidad como reina y señora de todo lo creado”. Asimismo, el anterior Obispo de Córdoba afirmó que la coronación es también una luz en medio de este mundo marcado por la desesperanza.

La Misa de Coronación, el día 14 de mayo, estuvo presidida por el Sr. Obispo y concelebrada por el Cabildo Catedral y numerosos sacerdotes. Asistieron las autoridades civiles y eclesiásticas, la Hermandad de Ntra. Sra. La Purísima Concepción de Linares y cientos de fieles que se congregaron para celebrar esta fiesta mariana. Además contó con la presencia de la coral de Santa Cecilia de Puente Genil.

Mons. Demetrio Fernández en la homilía, expresó su gratitud al Papa Benedicto XVI por su respuesta positiva hacia la solicitud de la Hermandad de Linares para coronar a la Virgen con este título tan entrañable para la ciudad de Córdoba, ya que fue la imagen de Ntra. Sra. de Linares con la que Fernando III el Santo entró para reconquistar la ciudad y acogió al pueblo cristiano a su protección, al mismo tiempo que consagró el templo catedralicio.

Con esta ceremonia se palparon los miles de años de devoción mariana a la que es madre de Jesucristo, “un rey cuyo poder consiste en la verdad, la justicia y la paz verdadera” indicó Mons. Demetrio Fernández. Asimismo, el prelado recordó que las imágenes representan a la misma Virgen María pero que éstas reciben distintos nombres según las culturas, la historia y las tradiciones. Y añadió: “venerar una imagen significa reconocer a quien esa imagen representa” por eso, el cristianismo con el impulso del Concilio de Nicea, es la única religión que permite por el misterio de la Encarnación venerar las imágenes.

Por otro lado, Mons. Demetrio Fernández invocó a María para que proteja a todos sus hijos y recordó especialmente, a los desempleados, las autoridades, los jóvenes, los matrimonios, los niños y los ancianos. También agradeció a la Hermandad el cuidado del santuario y la difusión de la devoción a la Virgen de Linares.

A continuación, se leyó el decreto de coronación, se bendijeron las coronas y se procedió al acto de coronación de la Virgen con el niño.

Al día siguiente, a tempranas horas de la mañana comenzó la romería y subida en procesión de la Virgen coronada, desde la Catedral hasta el santuario de Linares. Un derroche de devoción popular que culminó con la celebración de la Eucaristía a las 18:30 h. presidida por Manuel María Hinojosa, Vicario Episcopal de la Ciudad.

Fuente: revistaecclesia.com

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