Jesús Despojado regresó a su casa de hermandad

Se dieron cita anoche los jóvenes peregrinos en el primer templo granadino para ofrecer una Eucaristía en acción de gracias por la celebración del encuentro internacional de jóvenes que presidió el Papa Benedicto XVI, el pasado fin de semana en Madrid. “Estamos todos juntos aquí para testimoniar el bien que hemos recibido estos días en Madrid. Todos procedentes de distintas formas de expresión religiosa pero con una misma fe, en torno a la imagen de Jesús Despojado y agradecemos este testimonio que hemos vivido estos días”, dijo el prelado granadino monseñor Martínez Fernández, en la homilía. El arzobispo también manifestó su gratitud en nombre de la Iglesia Diocesana a cuantos han participado en la misma y quienes lo han hecho posible, recordando la colaboración de particulares y empresas, de instituciones y asociaciones religiosas y de manera especial agradeció a las autoridades municipales la colaboración que han tenido en este evento. Se llenó completamente el templo catedralicio para asistir a la Santa Misa tanto que «parece que es el Dia del Corpus», como reconoció el arzobispo.
Pero aún restaba el regreso de Jesús Despojado a su sede de la Casa de Hermandad. Después de las diez de la noche se organizó el cortejo para acompañar a Jesús Despojado desde la Catedral hasta su casa de hermandad, ubicada en el barrio Fígares. Regresaba nuevamente después de una ausencia de tres semanas de su capilla de la parroquia de San Emilio y no faltaron granadinos y curiosos que, a finales de agosto, no podían sospechar encontrar una procesión por las calles de la ciudad. Sonidos cofrades salidos de las cornetas y tambores de la banda de Jesús Despojado, mientras en las cámaras fotográficas los turistas captaban los momentos inéditos que vivían.
Dieciséis parejas de hermanos precedían al paso procesional que se veía ya completo en Granada, tras la remodelación y realización de uno de los sayones del paso, junto con las nuevas vestimentas y la corporación de dos sibilas representando las virtudes cardinales de la fortaleza y la templanza. Las cofradías de Jesús Nazareno y de la Lanzada acompañaron corporativamente a la hermandad de San Emilio, junto con la Archicofradía de María Auxiliadora, así como varios hermanos mayores de hermandades junto con el presidente de la Real Federación de Cofradías, Antonio Martín, y la representación del Ayuntamiento de Granada que la ostentaba Fernando Egea, hermano fundador de la corporación nazarena. También estaba en la presidencia el consiliario Alberto Espinar.
La ocasión consiguió reunir a numeroso público en las calles de la ciudad, a pesar del período estival y además propició el encuentro nuevamente de muchos granadinos que han compartido los actos de la JMJ en Madrid y que recordaban la emoción vivida y renovaban los lazos de amistad labrados. Se escuchaban conversaciones de reencuentro teniendo como banda sonora de fondo la música de la banda de cornetas y tambores de Jesús Despojado, dirigida por Manuel Abarca. La hermandad recorrió las calles céntricas de la ciudad y se dirigió hasta su casa de hermandad en la calle Músico Ayala Cantó. Como si fuera un Domingo de Ramos, especial atractivo tuvo el paso del cortejo por la calle San José y Frailes, rodeando con especial cariño al paso que nos representó el en Víacrucis Papal. Hacia la una y media de la madrugada concluía esta cofradía los meses, semanas y días de trabajo. Dionisio Martínez, su hermano mayor y capataz, mandó el paso que se encontraba adornado principalmente con clavel rojo.

Fuente: Granadacofrade

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