La fiesta del Santísimo Cristo de La Laguna

El templo de Nuestra Señora de La Concepción, Sede Catedralicia, acogió, en la mañana de hoy, a muchos fieles llegados de diferentes puntos de la isla, para celebrar el día grande de las fiestas en honor del santísimo Cristo de La Laguna.

A las 10:00 horas daba comienzo el disparo de las tradicionales Salvas a la salida del pendón de la ciudad desde las Casas Consistoriales, para proceder a su traslado a la parroquia matriz de Nuestra Señora de La Concepción. En dicho templo se celebró la eucaristía presidida por el obispo de la Diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez y concelebrada por el obispo de Osma-Soria, Gerardo Megar, el cual fue el encargado de realizar la homilía.

Previamente, alrededor de las 11:00 horas, la plaza de La Concepción recibía la representación oficial de la casa Real que ostentó, en esta ocasión ,el alcalde de La Laguna, Fernando Clavijo, quien fue cumplimentado por las autoridades civiles y militares y por el Esclavo Mayor, Iván Manuel González, quien le hizo entrega del bastón de plata de la Esclavitud del Cristo.

La Santa Misa, cantada por los coros del Orfeón La Paz y Epifanía, se celebró con gran devoción y solemnidad en un templo totalmente lleno. Numerosas personalidades políticas, entre ellas, el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero y el presidente del Cabildo Insular, no faltaron a la cita con el “Cristo moreno”.

El obispo de Osma-Soria comenzó su homilía señalando que resulta difícil, al menos no fácil, hablar de la cruz en el contexto actual. “El ser humano de hoy se esfuerza por eliminar de su diccionario la palabra cruz. Para el no creyente, la cruz es símbolo de muerte y de derrota, no así para el cristiano, el cual sabe que se trata del árbol de donde brota la vida. Significa la victoria plena de Jesús sobre la muerte y sobre el pecado” –indicó Melgar.

El prelado continuó expresando que “debemos tener la mirada siempre fija en este Cristo que entrega su vida por nosotros. Sólo así podremos desarrollar sus mismas actitudes. Mirándolo a él nuestra mirada también se dirigirá a los pobres y necesitados”. Asimismo, monseñor Melgar resaltó la importancia de no vivir la fe de forma aislada. “El Señor quiere que vivamos la fe, no de manera privada, sino como un canto abierto al amor. De esta forma, crearemos un interrogante en las personas no creyentes.” En este sentido, haciéndose eco de las palabras expresadas por Pablo VI en la Evangelii Nuntiandi, Melgar indicó que “el hombre de nuestro tiempo cree más a los testigos que a los profetas. Hay que mostrar con obras lo que se dice con las palabras”. Por último, el prelado de Osma-Soria expresó que, en este día tan importante para la fe de nuestras islas, “debemos decirle a Cristo que queremos vivir cada día con más exigencia nuestra fe. Nuestro deseo es ser mejores apóstoles” –concluyó Melgar.

Terminada la eucaristía, la imagen del Cristo de La Laguna, acompañado de gran cantidad de devotos, emprendió la procesión del retorno a su Santuario. Esta noche será el esperado espectáculo de fuegos desde la montaña de san Roque anunciando la llegada del Cristo a la plaza tras su procesión por las calles de la ciudad.

Fuente: revistaecclesia.com

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