La Procesión del Resucitado tuvo que acortar el recorrido previsto

Son cerca de treinta los años que lleva la Agrupación Músico-Cultural de la Santa Vera Cruz desplazándose hasta la vecina localidad de Monda el Domingo de Resurrección. Y nunca había aparecido la inoportuna lluvia; inoportuna en sentido cofrade, claro está.

La procesión sí llegó a salir a la calle, luciendo esplendorosa durante más de una hora por las calles de Monda, pero se vio obligada a acortar el recorrido. Y es que tuvo que darse la vuelta al sorprenderla un fuerte aguacero. Por suerte, en ese momento pasaba por un punto del itinerario cercano a La Parroquia y pudo recogerse pronto.

Los tambores y los instrumentos de la banda de música se refugiaron de la lluvia, pues el agua puede dañar en exceso los parches y los propios instrumentos. Pero para que no marchara solo el trono, las cornetas y las cajas, más las escuadras de gastadores, acompañaron al Santo Cristo Resucitado, bajo el fuerte aguacero, hasta su encierro, interpretando marchas procesionales de tipo legionario.

Una vez en el interior de La Parroquia, a petición de la Hermandad de Monda, La Pepa interpretó El Novio de la Muerte y la Marcha Real.

Concluía de esta manera la Agrupación Músico-Cultural una Semana Santa con un sabor agridulce, en la que la meteorología adversa ha adquirido demasiado protagonismo. Con la alegría, eso sí, de haber podido acompañar a Jesús del Rescate en Málaga, y al Santo Sepulcro.

Además, el orgullo de haber recibido la medalla de La Hermandad de La Puente y La Paloma de Málaga, que desde el Miércoles Santo, brilla con luz propia en el banderín de La Pepa.

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