«Me parecería un error crear una señal única televisiva en Semana Santa» (1/2)

Hace casi una década que poco o nada se sabe en el mundo cofrade del periodista Rafael Acejo. Sin embargo, durante muchos años, en la mayoría de hogares cofrades le han dejado ‘pasar’ cada miércoles por la noche para contar la actualidad cofrade malagueña desde su programa de televisión ‘Guión’ en Canal Málaga, actual Málaga Televisión. Se trata de una de las primeras referencias televisivas cofrades de Málaga, que marcó una época entre la segunda mitad de los años ochenta y los noventa. Eran años de una gran actividad cofrade, por la reorganización y creación de muchas corporaciones. Pero difícilmente se encontraban menciones cofrades en los medios de comunicación lejos de la Cuaresma. Hubo quién le tildó de «loco», pero su trabajo sirvió para abrir puertas y empezar a concienciar a las cofradías de la necesidad de informar a los medios para conseguir ser noticia.

Rafael Acejo ha vuelvo a la opinión pública de la mano del Carnaval de Málaga, al asumir el reto de presidir la fundación ciudadana que coordina la fiesta de febrero. Durante un almuerzo que tiene lugar en el restaurante Lo Güeno sito en la calle Strachan, cuenta al equipo de El Cabildo que del mundo cofrade nunca se llegó a ‘retirar’. Siguó como cofrade de base participando de la vida de su hermandad, la cofradía del Amor. Ahora realiza una mirada a los inicios de ‘Guión’ y comparte una reflexión sobre la cobertura televisiva que se realiza en Semana Santa.

-¿Cómo empieza ‘Guión’?

-Por un reto de mi buen amigo Juan Rosén: «No eres capaz de poner en marcha un programa cofrade». Estábamos en plena efervescencia del nuevo ciclo de la Semana Santa, 1985, movimiento de nuevas cofradías: Dolores del Puente, Dolores de San Juan… Me retó y salimos al aire todos los miércoles del año; ‘Guión Cofradiero’ se llamaba, en Radio Málaga de la Cadena RATO. Ese mismo año se creó el ‘Guión de Honor’, otorgado a la Agrupación de Cofradías, siendo Paco Toledo presidente, y lo entregamos en un acto en la que era sede de la Agrupación, en calle Alarcón Luján.

Posteriormente, me fui a Almería a dirigir la emisora allí, poniendo en marcha las retransmisiones de la Semana Santa de aquella ciudad y creando el programa ‘Guión Cofradiero’ también allí.

-Luego regresas a Málaga.

-Regreso a Málaga como Director de la Cadena RATO un año; al año siguiente hicimos la transición a la actual Onda Cero. Durante ese tiempo y mi ausencia, el programa lo hacían Mari Carmen Díaz Oliver y Juan Rosén. Yo retomo el programa con ellos.

Cuando empiezo en la televisión en 1992, me llevo el programa ‘Guión’ a la tele, a Canal Málaga. Es curioso que en ese tiempo, Juan Rosén ya estaba haciendo su programa cofrade en Procono.

-¿Podemos estar hablando de las dos primeras referencias televisivas en Málaga?

-Claro. Todos los miércoles del año estaba el programa. En radio pasaba más desapercibido pero en la tele, decían la gente «éstos están locos» y algunos responsables de algún medio de comunicación incluso algo peor: que no entraba en su juicio que una vez por semana en los medios se sacaran tronos. De todas formas, fuimos muy bien acogidos en el mundo cofrade.

Pero, con el tiempo, valoro especialmente que gracias a estos programas, la gente de calle descubrió lo que era un Cabildo, un Albacea, un Triduo, cómo se tallaban los hombres de tronos… ese submundo para una gente que sólo veía salir un trono con nazarenos en Semana Santa y volver a encerrarse. La vida interna de las hermandades no existía para la gente. Íbamos a la Iglesia a tomar reportajes de los cultos…

-¿Cómo eran aquellas retransmisiones de Semana Santa?

-Había solamente una televisión abierta (Procono era por cable) que era Canal Málaga. La estructura tal y como se hacían las retransmisiones de Canal Málaga aún se conserva. Nos decía en su momento alguien con una cabeza tan bien amueblada como Jesús Castellanos, que gracias a que colocamos las cámaras en la Rotonda del Marqués de Larios habíamos dignificado el paso de las cofradías por ese punto, que antes las hermandades lo transitaban de aquella manera.

Las cofradías mejoraron sus aspectos mucho porque ya no era sólo un comentario por radio a algún defecto, sino que el espectador lo estaba viendo. El Lunes Santo del primer año de retransmisión, salí desbordado de la repercusión que tuvo el hecho de que la Semana Santa tuviera presencia en televisión, hubo un aluvión de cartas alusivas en los diarios, etc… No sólo eran imágenes en directo; se hacían reportajes de salidas, encierros y momentos especiales. Recuerdo aún, aunque sea más reciente, una imagen impagable; para mí la mejor de la Semana Santa: el paso de la cofradía de las Penas por calle San Agustín el primer año. Los cámaras, que eran muy creativos, se colocaron en un balcón y se pudo ver cómo el palio iba rozando las fachadas de la calle. Aquello dio la vuelta a Málaga.

También dio la vuelta a Málaga la retransmisión de la procesión del 75º aniversario de la Agrupación de Cofradías, en 1996. ‘Otoño de Pasión’ lo titulamos. Eso fue un despliegue espectacular.

-Hoy al informador le es más fácil conseguir información gracias a las nuevas tecnologías, ¿Antes cómo lo conseguía?

-Intentando decir a las cofradías que además de mandarle a los hermanos los actos que iban a hacer, también nos lo mandaran nosotros. Había gente que me paraba por la calle y me decía que no informaba sobre su cofradía y yo le decía: «Dile a tu cofradía que me informe».

-En esa época es cuando se empieza a concienciar de la necesidad de que las cofradías informen de sus actos…

-A mí me decían que no interesaba a nadie saber que se estaba celebrando un triduo o un quinario porque eso era algo muy personal, pero la gente no sabía que las cofradías estaban todo el año haciendo cosas. Y se daban a conocer tanto los cultos como otro tipo de actividades como por ejemplo las cenas de beneficencia, porque también era importante que se supiera que las cofradías también tenían ese cometido.

-Actualmente se siguen haciendo muchas más cosas en el campo de la acción social de las que nos cuentan.

-Aquello de que la mano derecha no sepa lo que hace la izquierda es muy cristiano, pero por culpa de eso puede recibirse una realidad distorsionada sobre la caridad en las cofradías. Las hermandades tenían su culto interno, su culto externo y luego también había que poner en valor una serie de cosas que las cofradías también hacían.

-Volviendo al temas de los medios de comunicación, da la sensación de que ese modelo que pusiste en marcha no ha evolucionado, ¿Hay opciones de mejora en ese sentido?; ¿La ‘señal única’ sería una solución?

-Me parecería un error tremendo. Yo no estoy de acuerdo con eso. Es como si pones en todas las emisoras de radio al mismo locutor. Cada uno tiene su concepto de retransmisión. A mí lo que me hubiera gustado, pero técnica y económicamente no se podía, era hacer las salidas en directo. Eso era un reto que yo me quedé con ganas de hacerlo. El tema está estancado pero se le puede dar muchas vueltas todavía. Yo creo que lo hay que hacer es un rediseño de lo que hay ahora.

-Fue histórica la retransmisión del 75 aniversario de la Agrupación de Cofradías, ¿Costó mucho poner en marcha el despliegue para cubrir un evento fuera de época?

-El tema estaba muy claro, era una fecha histórica importantísima y lo que iba a salir a la calle era inaudito. No se podía perder esa oportunidad y el planteamiento fue igual que como si fuera cualquier otro día de la Semana Santa.

En esta información han participado Juan A. Navarro Arias, Alejandro Cerezo, Antonio Márquez, Marta Jiménez y David Domínguez.

Fuente: elcabildo.org

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