Ocho obras de Zurbarán son restauradas antes de la exposición en el Museo de Bellas Artes

El Museo de Bellas Artes de Sevilla ha concluido la restauración de la serie de las Santas de Zurbarán, que serán cedidas al Ayuntamiento de Sevilla para la exposición que éste prepara bajo el título de ‘Santas de Zurbarán. Devoción y persuasión’. Los cuadros, que durante estos dias están siendo trasladados para su exhibición, son Santa Dorotea, Santa Inés, Santa Catalina, Santa Marina, Santa Engracia, Santa Matilde, Santa Bárbara y Santa Engracia, todos ellos pintados por el taller de Francisco de Zurbarán entre 1640 y 1650. Con esta cesión el Bellas Artes de Sevilla se convierte en el mayor prestador de obras pictóricas para la citada muestra municipal.

La intervención acometida se ha basado en un tratamiento de carácter conservativo que ha incluido la limpieza superficial del anverso y del reverso, fijaciones, estucados de lagunas y reintegraciones de color puntuales, tanto de las pinturas como de los marcos, así como las actuación sobre los bastidores. También se ha realizado un análisis minucioso de los tejidos originales ya que, a pesar de que las obras se encontraban reenteladas, se han podido estudiar y tomar muestras de los mismos en los cantos de los bastidores.

Los trabajos, que se han completado con un estudio fotográfico completo que incluye fotografías con luz normal, rasante y ultravioleta así como fotomacro y fotomicrofotografías, han servido para constatar que todas las obras se ajustan a la técnica propia del siglo XVII y que presentan rasgos característicos del estilo de Zurbarán.

Las obras forman parte de la exposición permanente del Museo Bellas Artes de Sevilla y se muestran en la sala VI. La serie procede de la antigua Iglesia del Hospital de las Cinco Llagas, hoy sede del Parlamento de Andalucía.

En Sevilla se pintaron muchas series de esta temática a lo largo del segundo tercio del siglo XVII y Zurbarán fue el autor de algunas de ellas, hoy dispersas e incompletas. Su taller u obrador y sus imitadores realizaron este tipo de pinturas con insistencia dado que la demanda era constante y se hacían para decorar las naves de las iglesias. En esta serie se advierten tipos físicos y rasgos estilísticos de distinta calidad, entre las que destacan los casos de Santa Dorotea y Santa Inés.

Fuente: elrinconcitocofrade

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