Pendientes del gran ausente

Esta vez todo se podría haber quedado como siempre. La luz eléctrica del trono, los míster y misses abriendo el cortejo, la espantada de las cofradías al libre albedrío, nada La ausencia de Jesús Castellanos fue prácticamente la única novedad -maldita sea- en la procesión de regreso de Santa María de la Victoria a su Basílica y Real Santuario. Castellanos participó del inicio de la novena, hasta el derrame cerebral que sufrió el pasado jueves 6 de septiembre. El suceso ha marcado este inicio del curso cofrade 2012/13 y ayer se pudo percibir en la calle. La Málaga cofrade volvió a reunirse en torno a la Patrona, pero había una gran ausencia forzosa. La procesión estuvo llena de detalles íntimos hacia este cofrade perchelero. Por su salud se rezó el último Padrenuestro antes de subir a la Virgen al trono, pasado el mediodía. Y por él fueron las primeras oraciones antes de que Santa María de la Victoria abandonase la Catedral. Dolores del Puente no participó en la procesión y pasadas las 22.00 horas informó vía Twitter desde el Carlos Haya que «Jesús Castellanos está estable dentro de un estado de extrema gravedad. Esta situación se podría mantener en el tiempo. Sigamos rezando». A pie de calle, el tema de conversación era común. Muchas de las plegarias, también. Por lo demás, la procesión evoluciona a paso de oruga, a veces uno duda si realmente avanza en alguna dirección.

La Real Hermandad de la Victoria repitió por segundo año el mismo recorrido y queda la sensación de que habrá cambios. Debería. Ver a la Patrona bajar por la calle Larios en su procesión de regreso al barrio resulta chocante y desde luego no contribuye al lucimiento del cortejo. Éste no debe de ser el motivo, pero se percibió menos público, pese a que la Fiesta local esta vez coincidió en víspera de festivo, fue sábado. Determinadas cosas de la procesión, como la citada presencia de los míster, o la estridente luz eléctrica del trono, evidencian poca evolución a simple vista. Aunque exista interés por avanzar, prueba de ello es el ritmo del cortejo, que nuevamente consiguió llegar a su templo antes de la medianoche.

La banda de música de la Expiración realizó numerosos refuerzos para dar la talla en la Victoria. Cumplió el trámite pero se escucharon no pocas críticas a su labor, pues objetivamente no es la formación de años atrás. Musicalmente lo peor fue la cruceta. La estampa de la Patrona por la calle Císter, de regreso, define su vulgaridad: pasó a los sones de ‘Caridad de Guadalquivir’ por delante de la Catedral. La llegada a la plaza del Obispo antes de que se retirasen las autoridades, con ‘Coronación de la Macarena’, dice mucho de su poca personalidad. Al menos, pudieron oírse todas sus marchas propias a lo largo del recorrido: ‘Málaga a su Virgen de la Victoria’, de Ginés Sánchez; ‘A la Virgen de la Victoria’, de Gabriel Robles; ‘Santa María de la Victoria’, de Sergio Bueno y ‘Gloria a Ti’, de Narciso Pérez del Campo. El trono llegó bien, de un tiempo a esta parte los varales se llenan sin problemas, aunque hay determinados Iconos que requieren un paso clásico sin más. Con Santa María de la Victoria no son necesarios determinados alardes, como los llamados ‘izquierdazos’. No se abusó de ellos pero sobraron.

Los portavoces de los grupos municipales del PSOE e IU, María Gámez y Pedro Moreno Brenes, no acudieron a la cita con la Patrona de Málaga. Bien representado estuvo el Clero, que acompañó a la Virgen tras el trono, como acostumbra desde la llegada de Jesús Catalá. El obispo, pese a retirarse junto al resto de autoridades en la puerta de la Encarnación de la Catedral, acompañó a la Victoria hasta su templo como un malagueño cualquiera. Ya es habitual. También lo hicieron las asociaciones de fieles de la Misericordia (Santos Mártires), la Virgen del Sol de la Mosca, Desamparados y Carmen Doloroso, que además promovieron una petalada desde la torre de la Catedral. Las hermandades de Gloria de la Cabeza, Virgen de las Cañas, Rosario de El Palo y las filiales del Rocío La Caleta y la Real Hermandad también llegaron hasta el final de la procesión de alabanza, al igual que las corporaciones pasionistas de Pollinica, Huerto, Prendimiento, Humildad, Crucifixión, Gitanos, Pasión, Estrella, Sentencia, Salesianos, Expiración, Sagrada Cena, Viñeros, Mena, Misericordia, Zamarrilla, Monte Calvario y Amor, así como la Congregación de los Santos Patronos. En total, 24 hermandades y cuatro asociaciones de fieles; por las 20 corporaciones y tres asociaciones del año anterior.

Tres encuentros tuvo la Patrona en la calle Victoria, los tradicionales con El Rico, Rescate y en la parroquia de San Lázaro, ya preparada para la inminente misa de acción de gracias por el reciente anuncio de la coronación canónica de la Novia de Málaga. Espectaculares fueron los preparativos de la cofradía del Miércoles Santo en su casa hermandad, desde donde se lanzaron ‘aleluyas’ para recibir a la Virgen.

Arranca un nuevo curso con toda la atención de los cofrades puesta en las noticias que llegan desde el Carlos Haya y encomendados, más que nunca, a Santa María de la Victoria.

Fuente: elcabildo.org

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