Simetría y seda para el cielo de la Trinidad

Un cielo conformado por sedas que se conjugan en una simetría perfecta origina el nuevo techo de palio que lucirá la Virgen de la Trinidad. Se trata de uno de los estrenos más destacados de cara a la próxima Semana Santa salidas de las manos de Joaquín Salcedo. El bordador, seguidor de la trinitaria y vestidor de la Dolorosa ya anunció que se estaba dejando el alma en la tarea. El resultado posiblemente sea uno de los mejores trabajos que ha salido de su taller.

El techo de palio no da lugar a espacios lisos, sino todo lo contrario. Ánforas con dragones, flores y ornamentos vegetales copan el espacio bordados sobre terciopelo color cardenal. Las esquinas presentan retratos en seda de los padres de la Iglesia Occidental: San Agustín, San Gregorio, San Ambrosio y San Jerónimo. Los cuatro tondos centrales recogen frases del Credo y de la doctrina trinitaria.

La gloria del palio hace una alusión a La Sagrada Familia, salida del cuadro de La Trinidad celestial y la Trinidad terrenal (1680), del pintor Bartolomé Esteban Murillo. Eso sí, el niño presenta claras reminiscencias a la corporación trinitaria, como el color de su túnica, de tono blanco, o el escapulario. Las rosas aparecen en múltiplo de tres, en clara referencia al número impar de la Trinidad. En total, el taller ha utilizado más de 15.000 metros de seda. Con este trabajo, Salcedo completa el conjunto de bordado, compuesto por la saya, manto y palio.

La obra permanecerá expuesta en el Palacio Episcopal hasta el 22 de febrero y se podrá visitar de 10.00 a 15.00.

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