Un Jueves Santo bajo el paraguas

Los peores pronósticos se hicieron realidad el Jueves Santo. Tras un Domingo de Ramos completo, la Semana Santa se metió en aguas el Lunes Santo y salvo que a lo largo del Viernes Santo cambie la cosa, así terminará. El Jueves Santo fue una continuación de los días anteriores y la lluvia volvió a ser protagonista. Esta vez sólo una corporación pisó la calle, la congregación de Mena, que realizó un recorrido alternativo y tuvo que aligerar el paso para evitar las lluvias anunciadas en la madrugada.

Todas las cofradías de la jornada cancelaron sus salidas procesionales conforme fue llegando el momento de salir. Santa Cruz planteó una segunda alternativa para ir solamente a realizar estación de penitencia en la Catedral, pero tampoco pudo ser. Llegada las 19.50 horas, Mena sorprendió a todos cuando puso su cruz guía en la calle. Como la Cenicienta, debía de llegar antes de la medianoche, hora anunciada del mayor riesgo de precipitaciones. A la salida del cortejo empezó a chispear, pero estos cofrades dominicos siguieron firmes adelante. La procesión fue toda una contrarreloj y suprimieron el paso por el entorno de Puerta del Mar de regreso para acortar camino. Aunque le cayó algo de agua durante el recorrido, consiguieron evitar el aguacero más grande. En la Tribuna de los Pobres, donde le empezó a chispear, se cubrió con plásticos el nuevo manto de Nuestra Señora de la Soledad para evitar daños.

También sorprendió el tempranero anuncio de la Esperanza, que dos horas antes de su salida ya había hecho oficial su decisión de no salir. «Nuestro objetivo es salir en procesión, no en estampida. Y nadie nos garantiza que no lloverá», dijo Manuel Harras, hermano mayor de la Archicofradía. Así las cosas, la jornada quedó resumida en la citada procesión de Mena y en una visita a cada una de las sedes para contemplar a los titulares que se tuvieron que quedar en casa. Una representación de Viñeros acudió a la Catedral, sin las imágenes titulares, para realizar la estación de penitencia tal y como dictan sus estatutos.

Aunque las cofradías no salieron, en el caso de la Esperanza lo anunció con tiempo suficiente para no tener ni que vestirse, muchos cofrades se dejaron ver paseando por toda la ciudad con la túnica de nazareno y hombre de trono puesta. Además de poner en riesgo el patrimonio de la hermandad, ofrecieron una nefasta imagen de la corporación a la que representan cuando visten su hábito.

De madrugada cayeron varios aguaceros importantes que también impidieron que la Vera+Cruz pudiese salir. Los cofrades fusionados realizaron a partir de las 5.30 su tradicional vía crucis en el interior de la parroquia de San Juan.

Mena

Cirio. El manto de la Soledad culmina la renovación de un conjunto procesional de primera talla.

Foco. Directivos de la Congregación se dejaron ver sin el capirote ni el capillo puesto cuando empezó a llover en el camino de regreso, algo evitable porque así no arreglaron nada.

Foco. La cruceta musical de la Virgen de la Soledad abusó de marchas de corte alegre y con cornetas, un repertorio sin personalidad más propio para otro tipo de Dolorosa.

Foco. La lluvia hizo que mucha menos gente se diera cita en la calle Carretería para presenciar el paso de la procesión, pero la Policía generó auténticos tapones -con el consiguiente peligro- en el entorno de la Tribuna de los Pobres al limitar el paso a los transeuntes sin sentido alguno, cuando la calle admitía al menos el triple del aforo congregado.

Fuente: elcabildo.org

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