Visto bueno para la ‘restauración’ de La Virgen Niña de Zurbarán

La Consejería de Cultura, a través de la Comisión Provincial de Patrimonio, ha informado favorablemente sobre la propuesta de intervención en la pintura La Virgen Niña de Zurbarán, en lo referente a su análisis y estudio previos, con el objetivo de que la obra sea expuesta como parte del Tesoro de la Catedral. Una intervención que llevará a cabo la empresa Ressur y que, «en principio», será sufragada por el Obispado. Aunque hay que destacar que, y como ya adelantó este Diario días atrás, la intención de la Iglesia es que sea un patrocinador el que corra con los gastos. De hecho, fuentes cercanas al Obispado aseguran que un mecenas francés está «muy interesado» en pagar.

«El objetivo es exponer la obra junto al resto del Tesoro del templo. Aunque más que una restauración, lo que se va a realizar es una limpieza general porque la pintura ha estado guardada durante mucho tiempo», apunta el deán de la Catedral, Antonio López.

El proyecto elaborado por Ressur y aprobado ya por la Junta de Andalucía, apunta que el cuadro se ha sometido «a un meticuloso examen y se ha podido observar que se encuentra reentelado para reforzar el soporte textil original. En dicha intervención (la que hizo el Museo del Prado en 1964) debió de efectuarse una limpieza físico-química, de la que hay indicios de que fue realizada de forma selectiva o efectista, destacando el rostro de la Virgen, que ha alterado el equilibrio del conjunto pictórico, que ha provocado ciertas alteraciones que afectan a los medios tonos para destacar las luces y sombras. Asimismo, la obra presenta una aplicación de una gruesa capa de barniz, el cual está muy oxidado y amarillento, y que puede tener su origen por el tiempo que ha permanecido guardado».

Una vez que se lleve a cabo este análisis por parte de Ressur, la propuesta de tratamiento definitiva deberá enviarse a la Consejería de Cultura para que la Comisión informe de nuevo sobre dicha propuesta.

Hay que recordar que la obra es de 1639 que llegó al templo por orden del testamento de Catalina de Zurita Riquelme, fallecida en 1722. Ella quiso que la obra estuviera en el mismo lugar que fuera enterrada, la Colegial, pero al estar en obras, fue trasladada a San Dionisio, al igual que el cuadro. Una vez acabada la primera fase de las intervenciones, «se transfirió el cuerpo y el cuadro de La Virgen Niña dormida», allá por 1756. Después de muchos años colgado en una pared perdida del monumento, se colocó en la sacristía mayor, debajo de la tabla de la Virgen de Guía.

Respecto a la inauguración del Tesoro de la Catedral, «las obras están bastante avanzadas y ya estamos encargando los muebles, hemos puesto la seguridad, las cámaras, ya que son piezas de valor que no pueden estar de cualquier manera. Creemos que en octubre estará todo listo», desea López.

Fuente: Cofrademania.com

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