Otra vez por el Beaterio…

Un año más, las puertas de la Catedral se convirtieron ayer en cómplices de las letanías, cuando a eso de las siete menos cuarto comenzaron a dejar pasar al cortejo de niños que se arremolinaban junto a la Virgen del Rosario, abriendo de nuevo el ciclo ‘rosariero’ en la ciudad.

Una procesión que volvió a ser multitudinaria y escandalosa, como los juegos en el recreo, y que abrochó perfectamente, como siempre, la presencia de la Virgen, entre los sones musicales de la Banda de San José de San Fernando.

Por cierto, que la misma se vio ampliamente acompañada por miles de curiosos que habían acudido al centro a participar de la ‘Noche Azul y Blanca’, lo que sin duda aportó un plus de novedad a todo lo que se pudo vivir antes de un regreso que de nuevo tuvo cita obligada en la puerta del centro escolar, y este año, de manera novedosa, ante el monumento a Madre María Antonia.

Fuente: Cofrademania.com

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