Cita con la Patrona de la Archidiócesis

Es la cita ineludible del 15 de agosto. El encuentro de miles de sevillanos con la Virgen de los Reyes en la festividad de la Asunción de María, clásica mañana de la Sevilla que más guarda y conserva sus devociones y demuestra el título de Mariana que lleva en su escudo.

Mañana, Sevilla se reencontrará con la Virgen de los Reyes en esa procesión perfecta, medida, en su tiempo, alrededor de la Catedral, que este año, a pesar de lo inalterable de su más profundo sentido, presenta varias novedades. La primera de ellas es que no se celebrará el segundo besamanos en los días siguientes a la procesión, ya que la Virgen, tras su salida, será trasladada a la parroquia del Sagrario, donde permanecerá el tiempo que duren las obras emprendidas en la Capilla Real, que comenzaron el pasado 8 de agosto, después de que la patrona de la Archidiócesis fuera trasladada al altar del Jubileo para presidir la novena en su honor. Una novena en la que ha protagonizado una imagen inédita, al llevar el manto de salida de los Castillos y Leones que le regalara la Reina Isabel II.

La segunda de las novedades, también de carácter puntual, será la presencia en la procesión de los jóvenes voluntarios de la Delegación de Pastoral Juvenil, que han participado en los Días de la Diócesis. Tras la misa estacional y a lo largo de todo el día comenzarán a partir hacia Madrid para estar presentes en la Jornada Mundial de la Juventud, como desde ayer lo están haciendo los peregrinos que han permanecido en la ciudad desde el pasado día 11.

De esta manera, tras la misa pontifical que presidirá el arzobispo, monseñor Juan José Asenjo Pelegrina, a las nueve y media de la mañana, justo al término de la procesión, la Virgen permanecerá cerca de la puerta interior que conecta la Catedral con la parroquia del Sagrario, donde, ya desalojada de fieles la Seo, entrará.

A lo largo del día 15, esta parroquia permenecerá cerrada. Y al día siguiente, el 16, comenzará a celebrarse la octava en su honor hasta el día 22, a las ocho y media de la tarde.

Se da la circunstancia de que la Virgen de los Reyes estuvo emplazada en 1992 en el mismo lugar que ocupará ahora durante el poco menos de un año que durarán las obras: el presbiterio de la parroquia del Sagrario, con motivo de la celebración de la gran exposición Magna Hispalensis.

Mañana, la geografía devocional de Sevilla llevará a muchos fieles a asistir las misas que casi de madrugada se celebran en torno a la Virgen de los Reyes. Serán, como es tradicional a las cinco y media, las seis y las seis y media ante el paso, ubicado en el altar del Jubileo, en la nave del trascoro.

Tras ello, a las siete y media comenzará a formar la procesión en el interior de la Catedral. La Virgen de los Reyes, bajo el palio de tumbilla que para Ella diseñara en 1924 el arquitecto Juan Talavera, hará su aparición en la puerta de los Palos a las ocho en punto de la mañana para iniciar ese itinerario que estableciera el cardenal José María Bueno Monreal en 1958 y que permanece inalterable, a excepción de circunstancias especiales, como pasó en 2006, año en que, por las obras de peatonalización de la Avenida de la Constitución, pudo verse a la Virgen de los Reyes por el barrio de Santa Cruz.

La Virgen, que llevará el tradicional pecherín de brillantes —el más valioso de cuantos posee—, vestirá este año el manto bordado en terciopelo rojo, obra del siglo XIX que donará la Infanta María Luisa Fernanda de Borbón, duquesa de Montpensier, e hija del Rey Fernando VII. Serán las Hermanas de la Cruz, camareras de la Virgen, las que a las cinco de esta tarde vistan en silencio, como vienen haciendo desde hace más de un siglo a la Patrona de Sevilla. Portará, como siempre, la medalla de la ciudad, el bastón de mando con empuñadura de oro que sostiene delante un angelito, e irá tocada con la imponente corona de oro, joya que durante todo el año puede admirarse en el Tesoro de la Catedral.

El paso irá exornado con las clásicas mil varas de nardos, consustanciales a su salida procesional, preparado con esmero por la familia Ramos. Una labor que empezó Manuel Ramos, que fue seguida por su hijo, José Ramos «Ramito» y que, a su fallecimiento, han continuado sus hijos Manuel y José.

A lo largo del recorrido —Puerta de los Palos, Alemanes, Avenida, Fray Ceferino González, Plaza del Triunfo, Plaza Virgen de los Reyes y Puerta de los Palos— de alrededor de una hora de duración, se escucharán en cada esquina, en las conocidas como «posas» los motetes a cargo de la Escolanía «Virgen de los Reyes» y sonarán los repiques de campanas de la Giralda a la salida en cada esquina y a la entrada.

El cortejo, en la línea medida del día, se abre con los niños carráncanos, a los que siguen miembros de la Asociación de Fieles Nuestra Señora de los Reyes y San Fernando, representación del Consejo de Cofradías, del la Hermandad Sacramental del Sagrario y Cabildo Catedral. Tras la Virgen irán el arzobispo, el obispo auxiliar y las corporaciones municipal y provincial.

Fuente: Cofrademania.com

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