La Jornada Mundial de la Juventud, un acontecimiento de toda la iglesia
El monseñor Vicente Jiménez Zamora, obispo de Santander ha escrito una carta dedicada a las JMJ como detallamos a continuación.
La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) es un gran acontecimiento eclesial, religioso y cultural organizado con el objetivo de reunir a los jóvenes de todo el mundo. A lo largo de su recorrido histórico desde 1985, las Jornadas Mundiales de la Juventud que se han celebrado fuera de Roma han supuesto un impacto además espiritual, social, cultural y económico muy potente que repercute positivamente en el país de acogida. Lo será también para la cita de Madrid, en agosto de 2011.
El Papa Juan Pablo II quiso con esta iniciativa invitar a los jóvenes a un compromiso mayor con la Iglesia, a pertenecer a ella rejuveneciéndola y a asegurar la transmisión de la fe a las siguientes generaciones.
Por este motivo la JMJ tiene, entre otros, los siguientes objetivos: ser una peregrinación de fe; ser un foro para los jóvenes donde se experimenta la presencia del Espíritu Santo; ayudar a los jóvenes a redescubrir la centralidad de la Palabra de Dios y de los Sacramentos en la vida diaria; hacer de los jóvenes testigos de Cristo. El lema de la Jornada de Madrid resume, en cierto sentido, la finalidad fundamental: “Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe” ( Col 2, 7).
La Diócesis de Santander, a través de una labor intensa de la Delegación de Juventud y de un importante equipo de colaboradores y voluntarios, se está preparando para acoger a unos 5.000 jóvenes, los días 11 al 15 de agosto próximo, para después participar en la Jornada propiamente dicha en Madrid, los días 15 al 21 de ese mes de agosto, presidida por el Sucesor de Pedro, el Papa Benedicto XVI, y en la que participarán unos dos millones de jóvenes.
Con esta carta pastoral se quiere animar a todos los diocesanos, especialmente a los jóvenes a disponer el ánimo para aprovechar este momento de gracia, que afecta a toda la Iglesia. La JMJ es un poderoso instrumento de evangelización del mundo de los jóvenes y de diálogo con las jóvenes generaciones. Cada JMJ es una gran celebración de la fe joven, la epifanía de una Iglesia que no envejece, que es siempre joven, porque Cristo es siempre joven y joven para siempre es su Evangelio.
Dado que la JMJ es un acontecimiento que afecta también a la Iglesia Diocesana de Santander, con estas líneas quiere pedir la colaboración afectiva y efectiva en la organización y acogida en la Diócesis, y en la participación posterior de la Jornada en Madrid.
Fuente: revistaecclesia.com