Quitarán la subvención de la Magna a las hermandades que se retrasen en Carrera Oficial

Hace una semana aproximadamente les informábamos en Gente de Paz, acerca de las normas establecidas para el discurrir de las hermandades en la celebración de la famosa Magna Mariana y, aun más recientemente, de la posibilidad que va tomando cuerpo acerca de que la nueva corriente política que gobierna Córdoba (desde la alcaldía o la oposición «colaboradora») elimine progresivamente la subvención municipal a las cofradías.
Un dos en uno que, ahora, parece relacionarse. De tal manera que, fuentes cercanas a este medio, nos aseguran que a las hermandades participantes en el Regina Mater, se les ha «advertido» de que, en caso de retrasarse en la entrada al itinerario oficial perderán la subvención que les correspondería por su participación en este evento.
Se trataría de una advertencia realizada a las corporaciones de la provincia cordobesa, resultando, cuanto menos curiosos, diversos aspectos. El primero es el exceso normativo impuesto que ya viene avalado por la sucesión de normas que abarcan, especialmente, la vestimenta y que parecieran impuestas por diseñadores o estilistas más que por otro tipo de autoridad. Normas que, en aquella de la falda por debajo de la rodilla, recuerdan tanto a otras etapas de nuestra historia.No es menos llamativo que la «amenaza» de perder la subvención se dirija a las hermandades de los pueblos, cuando en el Vía Crucis de la Fe, con corporaciones capitalinas en exclusiva, los retrasos resultaron ser de órdago a la grande y los culpables nunca se dieron por aludidos y eso que, en buena parte, habría que haberlos buscado en Isaac Peral. Llamativo que exija puntualidad quien fue absolutamente incapaz de garantizarla.

Lo más atrayente de la medida es la coincidencia tangencial con quienes quieren quitar la subvención desde el orbe político. La amenaza es similar, al menos, en el enunciado. Puede, por qué no, ser un guiño a los nuevos mandatarios, con intención de empatizar y que se relajen a la hora de ponerse exquisitos con los cofrades. En conclusión, la medida no viene sino a demostrar que, ante la falta de capacidad coercitiva, se acude al dinero que siempre surte efecto como el profesor que amenaza al alumno con mandarlo al rincón de pensar. Sin embargo, con algunos educandos tampoco funciona y parece estimularlos.

Fuente: gentedepaz1940 y cofradiastv.es

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