El barrio de Los Remedios vivió su día grande. Morón de la Frontera

Después de casi medio siglo la Virgen de los Remedios volvió a recorrer las calles de su antiguo barrio en Morón de la Frontera donde su Hermandad hoy extinguida cuidaba de la también desaparecida Ermita de los Remedios. Una bonita historia que en el 2009 tiene su continuación.

El mes de Octubre no para de dejarnos alegrías y momentos inolvidables. Hace apenas una semana pudimos contemplar a la Virgen de los Dolores frente a la Parroquia de la Victoria desde donde procesionaba en sus orígenes, y en la noche de ayer cientos de moronenses fuimos testigos de la visita de la Virgen de los Remedios al lugar donde antiguamente se emplazaba la Ermita de los Remedios. Una estampa que a los mayores del barrio les llenó de inmensa alegría y nostalgia a su vez.

Los primeros afortunados en ver a su Virgen fueron los mayores de la Residencia de Ancianos colindante con la Iglesia de San Francisco desde donde partió la Cofradía. Más tarde fueron cientos de moronenses los que se echaron a las calles para recibirla, con colgaduras, macetas en las puertas de las casas y hasta petaladas desde los balcones, detalle este último que se dió en diversos puntos del itinerario. Por unos momentos los carteles de «SE VENDE» tan característicos de la crisis que padecemos se ocultaron bajo el damasco rojo que durante tantos años ha permanecido guardado en los cajones de tantas casas.

La noche no podía estar más serena en cuanto a la climatología se refiere. Ni siquiera una brisa se atrevió a atravesar entre los cirios de la candelería que portaba la Virgen, a la cual no le faltaron ni las flores de cera, las cuales y al igual que varios centros de flores, han sido donados para la ocasión. El paso y la peana de la custodia del Corpus del Pantano exornado con cuatro jarras de claveles blancos, otras tantas de gladiolos del mismo color en las esquinas así como varios centros de azucenas y clavellinas alrededor del paso ha supuesto el mejor trono para la patrona de su barrio.

Una cofradía organizada y compuesta por jóvenes en su mayoría donde los grupos jóvenes del Cautivo, Calvario, Buena Muerte, Jesús así como el anfitrión, el de San Francisco, desfilaron en el cortejo procesional con las respectivas insignias representativas de cada Hermandad. Tampoco faltaron representaciónes de las demás Hermandades así como de la Asociación de Vecinos del barrio de San Francisco.

El cuerpo de acólitos, formado por los que acompañaron este pasado Domingo de Ramos a la Virgen de la Paz ha sido el encargado de acompañar a la Santísima Virgen, dando ejemplo de seriedad y compostura en cada momento. La Agrupación Musical «Ntro. Padre Jesús de la Fuensanta» también estuvo a la altura de las circunstancias con un repertorio en el que sonaron marchas como «Y al tercer día» y «Nuestra Fe» entre otras muchas que se pudieron escuchar por todo el recorrido.

Pero sin duda la mayor ovación fue para los jóvenes costaleros por el magnífico trabajo que realizaron, y sobre todo por la gran ilusión y cariño que le pusieron en todo momento. Una cantera costaleril que el cuerpo de capataces encabezado por Francisco Jesús Castilla ha sabido explotar.

Fuente: lapasion.org

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