Monseñor Asenjo exhorta a vivir el nuevo curso pastoral “muy cerca de los pobres”

El arzobispo de Sevilla ha llamado a la comunidad diocesana “a vivir el curso pastoral que acabamos de iniciar muy cerca de los pobres, que es tanto como decir muy cerca del Señor, pues es a Él a quien servimos cuando socorremos a los necesitados”, en una nueva carta pastoral dedicada a los efectos sociales de la crisis económica.

En la carta, en la que repasa algunas orientaciones precedentes de los obispos españoles sobre la situación de crisis y destaca la vigencia de las mismas, monseñor Asenjo se lamenta del agravamiento de la situación, que describe como “un crecimiento espectacular del paro, que llega a cinco millones y medio de desempleados, los recortes en sueldos y prestaciones sociales, el millón setecientas mil familias con todos sus miembros en paro, y tantos miles de familias que lo han perdido todo, el trabajo, el piso e incluso la esperanza”. “La crisis económica tiene que ser abordada desde sus causas y víctimas, y desde un juicio moral que nos permita encontrar el camino adecuado para su solución”, afirma con rotundidad.

El prelado apela a la vigencia de la declaración sobre la crisis de la Asamblea Plenaria de la CEE de 2008, en la que los obispos españoles animaban a las comunidades cristianas “y a todos los hombres de buena voluntad a discernir el momento y a comprometerse con generosa solidaridad”. Del mismo modo señala “al oscurecimiento de los valores morales” como raíz más profunda de la crisis, y advierte de la necesidad de “un verdadero y genuino desarrollo desde profundas convicciones religiosas y la luz de la fe”.

“La declaración nos comprometía a implicarnos en el servicio a las víctimas de la crisis. El sufrimiento de nuestros hermanos debe tocar nuestro corazón de creyentes e impulsarnos a dar una respuesta inmediata a tanto dolor, poniéndonos en el lugar de las víctimas y compartiendo con ellas nuestro bienes”, manifiesta. Y añade: “Todos nosotros debemos ser conscientes en esta hora de la urgencia de comprometernos, adoptando estilos de vida más austeros y haciendo un esfuerzo supremos, heroico si es necesario, para salir al paso de esta verdadera emergencia social”.

Asimismo, el arzobispo destaca el “vademécum precioso” que posee la Iglesia con su Doctrina Social, que “orienta a la hora de impulsar un verdadero desarrollo integral, que requiere una renovación ética de la vida social y económica, un compromiso renovado de servicio a los pobres y una apuesta decidida en la lucha contra la pobreza como exigencia de caridad.

Fuente: elrinconcitocofrade

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