Las cabañuelas señalan que la Semana Santa de 2012 «se escapa» de la lluvia

Dice nuestro refranero: «Cuando la Semana Santa entra mojada, sale remojada». Y este año se cumplió ya que la lluvia hizo acto de presencia al inicio de la Cuaresma de 2011. Sin embargo, 2012 será un año «más seco» que el anterior, según los resultados del método tradicional y prehistórico de las cabañuelas, que pronostica el tiempo que va a hacer en cada uno de los meses de un año en un radio de acción condicionado por la altitud. Según el experto en cabañuelas granadino Antonio Baquero, las lluvias aparecerán en abril y septiembre, principalmente, y algo en diciembre.

Abril entrará «templado» y las lluvias comenzarán a partir de la primera decena, por lo que la Semana Santa de 2012, que va desde el 1 al 8 de abril, «se escapa» de las precipitaciones. Además, recordando el refrán que abre el reportaje, el Miércoles de Ceniza, que se celebrará el 22 de febrero, tampoco se verá afectado por el agua. De todas formas, los cofrades estarán en alerta mirando al cielo, por si acaso.

«El invierno, en concreto, de enero a marzo, será despejado y frío», indicó. Por su parte, la primavera será «algo lluviosa pero no mucho», declaró Baquero. El verano se espera «inestable en julio, bochornoso en agosto, y muy lluvioso en septiembre». En este sentido añadió que el otoño será «tranquilo, con poco frío». Por meses, Baquero, farmacéutico, precisó que enero, febrero y marzo serán «despejados y frío, con heladas incluso en el segundo mes del año». Marzo se verá acompañado de vientos.

¿Y la festividad del Corpus Christi?

La segunda mitad del mes de abril será «lluvioso y ventoso». Por otro lado, mayo se espera «incierto y fresco, con tormentas a mediados de mes»; junio tendrá como tónica general el viento. El día 7 de junio, festividad del Corpus Christi, «tampoco lloverá», indicó Baquero, que desde la localidad granadina de Cájar cuenta con un radio de pronóstico de 70 kilómetros, si bien, aclara que los pronósticos son extensibles a la comunidad.

«El calor comenzará en julio, que entrará con una primera quincena fresca e inestable, pasando a calor bochornoso en la segunda», explicó. En esta línea, agosto será «muy bochornoso, con vientos del desierto y muy tormentoso».

Septiembre lluvioso

Por otro lado, Baquero, autor del libro ‘Cabañuelas y Astrometeorología. Historia, métodos y refranero’, cuyo dinero será destinado para la Asociación Amigos de los Animales de Granada, aseguró que «septiembre será muy lluvioso, con agua generalizada, tormentas e, incluso, granizos».

«Septiembre o seca las fuentes o se lleva los puentes», recordó de nuevo el refranero español. Por su parte, octubre se presenta como un mes tranquilo, con buena temperaturas y despejado, siendo noviembre «el mes del cambio» al invierno, con precipitaciones a mediados y «las primeras nieves en Sierra Nevada».

Por último, diciembre irá evolucionando en nubes y vientos desde el inicio, con lluvia para el puente de la Inmaculada. «El frío tomará las riendas con el avance del mes, sobre todo, a partir del día 20, cuando el frío calará hasta los huesos», manifestó.

En relación a las temperaturas, el invierno será «muy frío, por lo que habrá que buscar leña para las chimeneas». Por contra, la comunidad vivirá temperaturas templadas en primavera y un verano «muy inestable y donde habrá de todo».

Baquero ha aclarado que la luna de octubre «también tendrá algo que decir». Por otro lado, ha informado que en unos 15 días los expertos en las cabañuelas publicarán en la web de la Asociación Española de Cabañuelas y Astrometeorología (Aceca).

Del mismo modo, otros expertos andaluces en las cabañuelas también pronostican un año «relativamente seco, cálido, con tormentas aisladas y peligrosas». En este sentido, el experto malagueño Diego Estrada coincide en la sequía del próximo año en términos hidrológicos y aboga «por ahorrar agua».

Método y origen

Según Antonio, las cabañuelas es un método de predicción del tiempo a largo plazo, se trata de «una ciencia empírica» basada en la observación de los vientos, las nubes, las mareas o el comportamiento de los animales, entre otros elementos. El día 1 de agosto cada dos horas corresponden a un mes del año siguiente; del 2 al 13 cada día es un mes y también del 14 al 25, pero a la inversa.

El origen de las cabañuelas se remonta a hace unos 35.000 años antes de Cristo, cuando la luna era la única referencia del tiempo que el hombre tenía para cazar y pescar. Posteriormente, los egipcios se fijaban en los niveles del Nilo y la estrella Sirio, que es la base para que las cabañuelas se hagan a partir del 1 de agosto.

Fuente: elcabildo.org

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