Objetivo: retomar y acabar las obras

El obispo de Málaga, Jesús Catalá, reconoce que desde su llegada tuvo claro que una de sus prioridades debía ser terminar las obras de la Catedral de Málaga. Para ello ha encargado al arquitecto Gabriel Ruiz un Plan Director que evalúe el estado del templo cara a reiniciar unos trabajos detenidos en 1768. «La Catedral es un edificio vivo, no un museo, y hay que adecuarla a las necesidades actuales», dice el purpurado malagueño.

Cada vez que se habla de obras en la Catedral de Málaga, todas las miradas se dirigen a la inconclusa torre sur. Ésta es la parte más llamativa de las numerosas que se quedaron por construir. Para evitar malas interpretaciones, Catalá subrayó que el Obispado «no tiene ningún especial interés en hacer ahora ninguna torre» de la Catedral, pues, «por ejemplo, para mí es más importante una sacristía, que no existe». «La torre a lo mejor se hace dentro de 20, 30 o 50 años, yo no tengo prisa», sentenció.

Jesús Catalá hizo público este lunes el nombramiento de Gabriel Ruiz, quien también redactará un informe sobre la finca del Seminario y casa diocesana de Espiritualidad. El obispo aboga por que el plan director tenga una «visión integral y completa» de la Catedral. El arquitecto señaló que el plan tendrá que «reflexionar y hacer planteamientos» sobre la idea de acabar el templo catedralicio, aunque, añadió, que el citado plan «tiene que estudiar, a la luz de la situación actual, cuáles de esas cuestiones se deben acometer, cuáles no y, las que se deben hacer, de qué manera».

Resumen histórico

Los orígenes del templo datan de 1528, cuando el obispo César Riario realizó el proyecto para construir un nuevo templo. En 1588 se inauguró ese proyecto inicial, aunque sin terminar. Es en 1768 cuando la Catedral alcanza, más o menos, su estado actual. «Ha habido unos 240 años de construcción, retención, etcétera», subrayó el obispo, que ahora aboga por continuar con los trabajos.

La estructura de la Catedral es la de 1768, pero «han pasado varios siglos y las necesidades son distintas», además de que éste, como cualquier iglesia, «es un monumento vivo, no es un museo ni unos restos arqueológicos». Por su parte, Ruiz aseguró que los planes directores generales de la Catedral y de la finca del Seminario y Casa Diocesana son «dos encargos extraordinarios».

Sobre el plan director de la Catedral, señaló que lo primero es conocer con «absoluta totalidad» el edificio sobre el que hay que trabajar. «Hacer un plan director es conocer absolutamente el edificio de manera que podamos interpretarlo técnicamente y, a partir de ese momento, proponer cuáles son las acciones que hay que realizar durante un periodo largo de tiempo». Este estudio tiene un plazo de redacción mínimo de un año, pero marcará todas las actuaciones futuras de la Catedral.

Fuente: elcabildo.org

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