La Virgen de la Aurora recibió la Medalla de Oro de Granada, en la Plaza del Carmen
Fue una tarde completa. Multitudinario el traslado de María Santísima de la Aurora y espectacular organización de la imposición de la Medalla de Oro de la ciudad de Granada a la imagen de la Virgen, no conocido hasta el momento. Como en los grandes día de Granada, la Plaza del Carmen se presentaba abarrotada de público para presenciar el momento en el que la Virgen recibió, de manos del alcalde de la ciudad, la Medalla de Oro. Eran las nueve horas y treinta y un minutos de la noche y los granadinos aplaudieron vivamente a la Virgen en ese instante. La tarde había comenzado horas antes y los cofrades, fieles y público no dejaron sola a la Virgen de la Aurora ni un momento, desde su salida de San Miguel Bajo hasta su entrada, a las once y media de la noche, al primer templo de la ciudad, la Catedral Metropolitana, donde este mediodía será coronada canónicamente por el Arzobispo, monseñor Martínez. Fernández.
Nervios, ilusión y devoción se fusionaron ayer en la salida extraordinaria de la Virgen de la Aurora que bajó hasta la Catedral donde hoy será coronada canónicamente dentro de un ceremonial solemne presidido por el arzobispo de la Archidiócesis, Francisco Javier Martínez Fernández. Multitud de vecinos del Albaicín la esperaron en la puerta de San Miguel Bajo, con un ojo puesto en la Virgen que se presentaba sin corona, y con el otro en el cielo pues las trombas de agua y la tormenta de la madrugada y de la mañana tenían asustados a muchos. Pero no hubo riesgo alguno. La tarde lució espléndida para ver y acompañar a la Virgen que se puso en la plaza de San Miguel Bajo casi a las cuatro y media de la tarde, saludada por una palma real y los vítores de “¡Aurora, guapa, guapa y guapa¡” tan característicos de cada Jueves Santo. Desde cualquier rincón, balcón o a ras de suelo se vitoreaba a la Virgen de la Aurora que salió con la marcha “Costaleros de la Aurora”, cantada también por muchos cofrades. Delante de su paso de palio, mandado por José Luis Peña Navajas y llevado por las dos cuadrillas de costaleros de la hermandad, marchaba la presidencia con el hermano mayor al frente, Jesús Muros, el consiliario, Javier Alaminos, y el presidente de la Real Federación de Cofradías. Muy cerca, la vestidora de la Virgen, Josefina Arenas. Se fueron sumando los hermanos mayores del Silencio, de la Estrella, Víacrucis, Dolores, Concepción, Esperanza y otros más conforme iban pasando por sus respectivas sedes canónicas, distribuidas por el itinerario procesional de traslado. Balcones engalanados con símbolos de la cofradía y marianos, aplausos y marchas salidas de la banda “San Isidro”, de Armilla, dirigida por Melchor Perelló que tantos años ya llevan acompañando al palio blanco de la Virgen de la Aurora, diecisiete en concreto. Otro de los momentos singulares de este traslado fue la presencia de los Incensarios de Loja, de la hermandad de la Santa Cruz, que cantaron sus saetillas y danzaron con los incensarios como ofrenda a la Virgen de la Aurora. En varios momentos de su trayecto realizaron sus movimientos singulares y llamaron la atención de los asistentes al traslado. Sus característicos «morriones» de azabache marcaban el incio de sus intervenciones, en varios lugares del trayecto de la hermandad. El último, en Pasiegas, ante la Catedral Metropolitana.
Muy significativo también el largo cortejo precedido por niños con campanillas, más de cien, y seguido por un buen número de fieles y vecinos de la cofradía que sin ser hermanos quisieron estar presentes en el cortejo para acompañar a la Virgen. Después, alrededor de trescientos cincuenta hermanos portaban cera y la representación de la hermandad de la Virgen de la Aurora, de Otura, con la que existen especiales vínculos de fraternidad. También estaban presentes varios grupos jóvenes de cofradías granadinas. Y es que los jóvenes cofrades de las hermandades de la ciudad se han volcado para engalanar la ciudad al paso de la comitiva, tanto en el traslado de ayer como en el regreso de hoy cuando la Virgen de la Aurora ya esté coronada. Al paso de la procesión por la Carrera del Darro se pudo escuchar el concierto de campanas procedente de los principales campanarios de la ciudad. Un total de veinticinco músicos del Conservatorio “Victoria Eugenia” participaron en el mismo, ofrecido por el Área de Cultura del Ayuntamiento, bajo la dirección de Manuel Hervás Lino.
Entrega de la Medalla de Oro
Juan Borrero contemplando el traslado. Foto GRANADA COFRADEEl cortejo iba lento, ciertamente. Algunos obstáculos en el recorrido obligaron incluso a sortearlos mandando el paso de rodillas para poder salvar alguna farola y cables, pero había ilusión y ganas de trabajar bajo el paso. Y relevos de costaleros. Muchos costaleros y relevos que llevaron a la Virgen hasta la Plaza del Carmen. Allí llegó a las nueve y veinte de la noche. Centrada la imagen en su paso, frente a Ella, la delegación del Ayuntamiento encabezada por el alcalde José Torres Hurtado y los ediles Juan García Montero, de Cultura; José María Guadalupe, de Relaciones Institucionales e Isidro Olgoso, del grupo socialista. Se dio lectura al acta de la Comisión de Honores y Distinciones por la que se concedía la Medalla de Oro de la ciudad a la Virgen de la Aurora, con fecha del pasado 24 de septiembre, y el alcalde subió una escalinata hasta el paso de palio y, frente a la Virgen de la Aurora, le impuso en el rostrillo la medalla. La plaza estaba totalmente abarrotada de cofrades y granadinos que quisieron estar presentes en ese instante histórico para la ciudad y la cofradía. El hermano mayor agradeció la concesión de la Medalla de Oro al consistorio señalando que “esta medalla es un motivo de satisfacción ya alegría porque siempre hemos querido que sea la coronación de todas y cada una de las advocaciones granadinas”. Jesús Muros recordó el trabajo de las varias generaciones que han trabajado desde la fundación de la cofradía y a todos los hermanos “por vuestro apoyo y cariño”, recordando también a la juventud cofrade de la hermandad. “Es Ella la auténtica protagonista del acto de hoy”, señaló el alcalde en sus palabras con las que concluyó el acto en la plaza del Carmen. “La Virgen de la Aurora tiene la ferviente admiración de un barrio que expande la devoción por toda la ciudad”, señalando después que “todos sabemos que cada cofradía tiene una seña de identidad y para vosotros es la Virgen de la Aurora la que aporta la especial grandeza de vuestra hermandad”, apuntando los comienzos de la cofradía y el “esfuerzo y el cariño de todo el barrio del Albaicín”.
Tras la interpretación del himno de Granada, de Lara, y de la marcha “Palio Blanco”, el cortejo se volvió a organizar y dirigirse hacia la Catedral hasta donde llegó pasadas las once y media de la noche, una hora después de la fijada, siendo colocada ya sobre el altar de coronación montado al efecto en el interior de la Catedral. Allí, en arzobispo que había acompañado a la Virgen durante algunos puntos del recorrido del traslado, rezó ante la imagen de Nuestra Señora de la Aurora e invitó a los fieles a la Eucaristía Solemne de Coronación Canónica.
En la sección «Multimedia» encontrará un video del traslado e imposición de la Medalla de Oro de la ciudad.
Fuente: Granadacofrade